Aunque amaneció como cualquier otro día de marzo; además, con la incertidumbre del clima y de vestirse un tanto más abrigado o seguir casi de forma veraniega o no, si hay que completar la lista de los cursos, cuándo entregar las planificaciones, preguntar si llegaron las agendas… y porqué duró tan poco el desayuno tan exquisito con pancito, galletitas y todos los porqué que surgen estos primeros días de marzo… sin embargo, hoy es un día diferente... es El día de la mujer.
Mientras tanto… nos apuramos para no llegar tarde y que no nos pille el timbre, a la hora fijada (incluido el cierre del portón)… mientras pasamos a la sala a leer la bitácora y ver las novedades del nuevo día, y luego nos encontramos con un(a) colega o un apoderado(a) que interrumpe nuestro camino a la sala (que nos hace llegar tarde), para asumir todo con eficiencia y rapidez; a pesar de todos esos inconvenientes… hoy es un día diferente…
En el caso de la mujer (igual con ayuda del varón de la casa) ella debe apurarse -al término de su jornada- para llegar a casa, ayudar a los niños en las tareas, prepararles la comida, y ver que todo lo correspondiente a cada uno de los integrantes de la casa esté en orden –mochila, cuadernos, colación, uniforme- para el día siguiente.
Y como es el día de la mujer, hay que saber dar las felicitaciones con una sonrisa de cariño y satisfacción. También de agradecimiento, para marcar el día en que debemos honrarlas, porque es la persona privilegiada de la casa y, en este caso, también del colegio.
Ellas merecen un saludo, en un día tan especial para acordar y acordarnos que ellas forman la mayoría de la humanidad. Aquí no hacemos distingos de ningún tipo… están nuestras colegas de la dirección, de quienes trabajan en aula, de las asistentes de educación, de las auxiliares… porque todas forman parte importante de esta institución educativa marianista.
Queremos saludar con afecto muy sincero a todas las mujeres de nuestro entorno colegial, en tiempos donde la mujer cumple importantes roles en la sociedad; enfrentando nuevos desafíos, y convirtiéndose en un pilar fundamental dentro de los hogares y de su familia.
Invitamos, a quienes lean estas líneas, a ser más felices con la persona que compartimos las tareas cotidianas que desarrollamos en este colegio y entregamos un saludo muy sincero y merecido, a todas nuestras colegas en su día.