En esta tan significativa celebración, además, daremos inicio al año de la Misericordia que ha convocado el Papa Francisco. Una oportunidad extraordinaria para comenzar con María por estos senderos.
Les dejamos aquí algunas palabras del Papa Francisco sobre sus deseos para este año de la Misericordia que inicia oficialmente el 8 de diciembre:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Con esta reflexión hemos llegado a umbral del Jubileo. Delante de nosotros se encuentra la gran puerta de la Misericordia de Dios, que acoge nuestro arrepentimiento ofreciendo la gracia de su perdón. La puerta es generosamente abierta, pero nosotros debemos valerosamente cruzar el umbral.
Del Sínodo de los Obispos, que hemos celebrado el pasado mes de octubre, todas las familias, y la Iglesia entera, han recibido un gran aliento para encontrarse bajo el umbral de esta puerta. La Iglesia ha sido animada a abrir sus puertas, para salir con el Señor al encuentro de sus hijos y de sus hijas en camino, a veces inciertos, a veces perdidos, en estos tiempos difíciles. Las familias cristianas, en particular, han sido animadas a abrir la puerta al Señor que espera para entrar, trayendo su bendición y su amistad.
Además, como signo de lo que nos dice, el Papa Francisco abrió la Puerta Santa de la Catedral de Bangui en la República Centroafricana como un importante gesto para alentar la paz en este país y el mundo. Es la primera vez que un Pontífice realiza este gesto fuera de Roma y en un templo distinto a las basílicas papales de la Ciudad Eterna.