Todos los niños y niñas de su curso formaron un gran corazón con flores y un camino de luz con velas, por donde caminaron bellas palabras para Nataly, para sus padres y su hermana quienes se encontraban presentes acompañándonos; esas palabras características decían:
Luchadora: Nataly nunca se dejó vencer, siempre se le vio fuerte y sobretodo siempre luchó contra su enfermedad.
Alegre: Siempre nos contagió con su alegría .Cada minuto lo disfrutó sonriendo.
Perseverante: Cuando se proponía algo siempre hacía todo lo posible para que se concretara lo que quería.
Empática: Siempre se puso en el lugar de los demás.
Responsable: El último año que estuvo con nosotros, producto de su enfermedad faltó algunas veces a clases, pero aun así ella siempre cumplía con todas tareas, pruebas y deberes.
Risueña: Nataly siempre se le vio con una sonrisa que la caracterizaba, disfrutó todo lo que pudo junto con su curso.
Amorosa: Siempre nos demostró su cariño su amor con grandes y pequeños detalles.
Con este corazón repleto de sus cualidades pedimos y agradecimos, por su forma de ser, por su paciencia y sus virtudes.
Más tarde, compañeros de varios cursos pusieron muchos mensajes en afiches que se pegaron en los pasillos de nuestro colegio, todos ellos con recuerdos emotivos y bellos mensajes para ella.
Además, su curso tuvo una especial oración en la capilla donde agradeció por la vida y testimonio de Cristo vivo, junto a ello, leyeron la carta que Nataly escribió a Dios, la cual fue publicada en el libro recientemente lanzado Cartas a Dios.
Por último, en la tarde a eso de las 19:30 hrs. Se celebró la Eucaristía en la capilla en presencia de su familia y personas de toda la comunidad educativa, para rezar por ella, pero por sobre todo para dar gracias a Dios por su testimonio de fe, amor y felicidad.
Nataly Vega, hija, hermana, compañera, alumna, amiga, nuestro colegio, te da las gracias por tu vida, por todo lo que nos dejaste y porque nos permite ser un mejor colegio, nos enseñaste a dar siempre la pelea, a tener fe pese a las dificultades, a vivir desde la alegría, a tener una oración profunda, a decir como Faustino Sí a todo lo bueno… nos enseñaste ser mejores hijos de Dios.
Simplemente Gracias.