Jesús ha resucitado. Alégrense y vayan a anunciarlo. Dos invitaciones que se repiten una y otra vez en los relatos evangélicos de este acontecimiento. Cuando sucede algo bueno en nuestras vidas el corazón se nos llena de gozo y alegría. Y si la alegría es auténtica surge en nosotros esa como necesidad de contárselo a otros, en casa, en el lugar de trabajo, en el pasaje, en la feria. Queremos que lo que nos alegra alegre también a los demás, especialmente a los que tenemos cerca. Anunciar que Jesús ha resucitado, que está entre nosotros es hacer misión. Eso es lo que pretendemos de una manera especial realizar como Iglesia a partir de Pentecostés en lo que se ha llamado Misión Territorial. Todos estamos llamados a hacernos parte activa en ella. Hay trabajo para todos. Comencemos por pedir al Espíritu Santo que nos de el coraje y la audacia de hacerlo. Inscríbete cuanto antes y recibirás una tarea concreta para participar.