Para hacerlo bien se dio a sí mismo varias orientaciones. No quería presentar pensamientos divergentes. En las páginas del libro, de hecho, no discute con nadie. Apenas hay citas de autores a pie de página. El pensamiento es muy "propiedad privada", en el buen sentido, del autor. El final de cada capítulo nos deja con un interrogante que trata de responder en el capítulo siguiente. Así se va entrelazando el pensamiento de los distintos artículos del credo. No habla en primera persona, pero para quienes le conocemos el contenido del libro tiene el cuño claro y definido del autor. Miguel Ángel está muy bien reflejado en sus páginas. Ha querido expresar y comunicarse con lenguaje sencillo, claro y frase corta.
El argumento del libro es un comentario sobre el Credo de los Apóstoles, el Credo compuesto en el siglo III para los catecúmenos que se preparaban al bautismo en Roma ya antes del primero de los concilios ecuménicos. Es el Credo sacado de la Biblia y comentado desde la Biblia. Ahí está el gran mérito y originalidad del autor y para alguno, puede ser, una pequeña limitación.
¿Para quién se escribe este libro? Para los creyentes con cierta cultura religiosa. En él encontrarán comentarios que no es fácil hallar en otros libros sobre el Credo. Al lector curioso le puede interesar y sorprender. Aunque no sea más que el leer que "hace falta tanta fe para creer como para no creer". En este año de la fe a cualquier creyente con un poco de esfuerzo estas páginas le prestarán un buen servicio. Ser creyente y vivir la fe necesita un vínculo vital, el que viene de una comunidad cristiana. Para los integrantes de esa comunidad también le puede ayudar para profundizar y compartir la fe. Es un libro que llega en el momento justo en este año de fe y cuando la fe cristiana tiene que abrirse a todo lo que es grande, verdadero y bello en nuestro mundo y tal como lo expresó ya hace muchos siglos el mismo San Pablo (Fil 4, 8). El Papa Benedicto XVI nos ha dejado un estupendo desafío en esta misma línea: "Necesitamos una nueva evangelización y un año de la fe para descubrir la alegría de creer y la belleza de la fe".
Una palabra sobre el autor. Puedo afirmar que este libro, aunque no lo parezca, es como la autobiografía del P. Miguel Ángel Ferrando: gran creyente, religioso marianista, licenciado en Filosofía y Letras, doctor en Teología, muchos años profesor de Biblia en la Pontificia Universidad Católica de Chile, capellán en este momento en del Colegio marianista Instituto Miguel León Prado. Esta trayectoria se puede encontrar reflejada fácilmente en las páginas del libro. Para él la fe es su clara opción de vida. Esperemos que no sea su obra última y más lograda, pero podría serlo por el gran nivel de la misma. Para él, como para cualquier creyente, es más fácil creer que explicar lo que cree. Pero esto último también consigue hacerlo muy bien y ese es el intento principal del autor.
Ojalá este libro ayude a los que lo lean a fortalecer su fe al profesar con más lucidez y pasión el credo. Eso quiere el autor. Mejor aún, lo que quiere es que nos identifiquemos plenamente y con toda verdad con las palabras de San Pablo: ahora sí que sé mejor de quién me he fiado (2Tm 1, 12).
Finalmente, invitamos a la Familia Marianista al lanzamiento del libro en la RUCC, el jueves 27 de junio a las 19:00 horas.
José María Arnaiz