Nos acompañó la Hermana Marcela Altamirano y asesores del Sector CLM de Talca, Ingrid Zapata, Nury Roco y Pedro Roco. Juntos ahondaron en sus testimonios de vida Marianista, resaltando el compromiso y el encantamiento que siempre ha estado presente como una llama que no se apaga, permaneciendo atentos a cualquier situación en donde puedan ayudar con su sello cristiano y carisma Marianista. Se notó con creces la alegría de los linarenses por compartir con nuestros hermanos de Talca.
Lejos de pasar una tarde muy fría, debido a las bajas temperaturas de la zona, la Hermana Marcela nos mantuvo encantados escuchándola comentar sobre las motivaciones que nos hicieron acudir a este encuentro de hermanos en la fe.
Sin duda que el Señor sopló fuerte y nos convocó para conversar sobre la actualidad Marianista; ¿Cómo he vivido este último tiempo las tres dimensiones inseparables que constituyen todo mi ser? Lo corporal (salud física), lo psíquico (salud mental), lo espiritual (fe, relación con Dios, Alianza hecha con María). Esta fue una de las preguntas que se trabajó intensamente entre los asistentes, compartiéndola con todos al final.
Cada persona, cada religioso, cada marianista vive distintas vidas en el día a día, pero lo que nos une en cada jornada en donde nos encontramos es una gran alegría: el saber que estamos juntos viviendo este reencantamiento y siendo constantes en la perseverancia de la fe, tal como lo querían nuestros fundadores; “es un don la llamada y es un don la respuesta”, nos señalaba nuestra siempre querida hermana Marcela Altamirano.