En el camino de la creatividad, las ideas que surgen en el pensamiento de los niños, niñas y adolescentes que estudian en nuestros colegios se puede plasmar a través de diversas maneras, pero cuando se atrapan en palabras que se colocan en un texto escrito pueden permanecer a través del tiempo como testimonio de vida.

La expresión escrita es una habilidad fundamental que los niños y adolescentes deben desarrollar a lo largo de su proceso educativo. No solo les permite comunicarse de manera efectiva, sino que también es una herramienta clave en su crecimiento personal y desarrollo intelectual.

Para la Educación Marianista es muy importante que nuestros estudiantes tengan oportunidades de plasmar sus ideas, pensamientos y emociones en forma escrita de manera organizada y coherente. A través de la escritura, pueden explorar su creatividad, desarrollar su pensamiento crítico y aprender a analizar y sintetizar información. Es un medio de autoexpresión que les brinda la oportunidad de transmitir sus experiencias, intereses y preocupaciones de manera única y personal.

A medida que los niños y adolescentes practican la escritura, mejoran su vocabulario, aprenden nuevas estructuras gramaticales y perfeccionan su ortografía. Estas habilidades son esenciales tanto en su vida académica como en su vida cotidiana, ya que les permiten comunicarse de manera más efectiva y precisa. Sus producciones escritas también se transforman en evidencias de lo que van viviendo en las diferentes etapas del desarrollo que se encuentran.

Por otro lado, la expresión escrita también fortalece la capacidad de reflexión y análisis de los niños y adolescentes. Al escribir, se ven obligados a estructurar sus ideas y argumentos de manera lógica y coherente. Esto les ayuda a organizar sus pensamientos y clarificar sus propias ideas, lo cual es esencial para su crecimiento espiritual, intelectual y logros académicos.

La escritura también es una valiosa herramienta para la autoexpresión emocional. Muchas veces, los niños y adolescentes pueden tener dificultades para verbalizar sus emociones. La escritura les brinda un medio seguro y privado para expresar sus sentimientos, lo que les permite comprenderse a sí mismos y encontrar soluciones a sus dificultades socioemocionales.

Es importante destacar que la expresión escrita no solo se limita a la sala de clases. En la era digital en la que vivimos, la escritura también es fundamental en el ámbito virtual. La comunicación a través de mensajes de texto, correos electrónicos y redes sociales requiere de habilidades de escritura efectivas para transmitir mensajes de manera clara y sin ambigüedades. Por lo tanto, la competencia en la expresión escrita se ha vuelto cada vez más relevante en la sociedad actual.

En resumen, la expresión escrita es una habilidad vital que los niños y adolescentes deben desarrollar. Les permite comunicarse de manera efectiva, estimula su creatividad y desarrollo intelectual, mejora sus habilidades lingüísticas y gramaticales, fomenta su capacidad de reflexión y análisis, les facilita el cultivar una vida interior y les proporciona un medio de autoexpresión emocional. Es responsabilidad de los padres y educadores apoyar y fomentar la expresión escrita en niños y adolescentes, brindándoles las oportunidades adecuadas para practicar y mejorar esta importante habilidad.

Creer y escribir son dos acciones que van de la mano cuando se trata de expresarnos. Creer implica tener confianza en nuestras ideas y en lo que queremos comunicar. Es necesario creer en nosotros mismos y en la relevancia de nuestras palabras para poder transmitir un mensaje claro y efectivo. Creer en la grandiosidad de nuestro espíritu y en la trascendencia del alma, nos fortalece para ser mejores personas y colocar los talentos que cada uno posee al servicio de los demás. Al escribir lo que creemos permite que nuestras palabras puedan leerse y releerse en cualquier momento. Por eso, es fundamental valorar y cultivar estas habilidades, ya que nos permiten expresar nuestra voz de la manera más auténtica y significativa.

Hoy quiero tomarme un momento para expresar mi más sincero agradecimiento a los estudiantes de los colegios marianistas, por atreverse a creer y escribir. Me gustaría resaltar lo valiente y valioso que es este acto, de enfrentarse a sus propios pensamientos y plasmarlos en palabras.

Creer en uno mismo y en las ideas propias puede resultar un desafío a veces, especialmente cuando nos encontramos con dudas e inseguridades. Sin embargo, muchos de nuestros estudiantes han demostrado una admirable determinación y confianza al embarcarse en esta maravillosa aventura de la escritura.

La decisión de compartir pensamientos y sentimientos con otras personas a través de la escritura es algo que merece ser celebrado y agradecido. Nuevamente, muchas gracias por regalarnos parte de vuestro talento creativo a través de la escritura. Gracias por atreverse y aceptar la invitación que hicieron sus profesores para creer y escribir.

Alicia Navarrete

Directora Ejecutiva

Fundación Educacional Chaminade