El pasado martes 12 de septiembre, en nuestro colegio, recordamos el Dulce nombre de María, como celebración de la fiesta patronal de la Compañía de María. En 1823, el Padre Chaminade escoge este día porque quería celebrar no un misterio de la Virgen, sino la misma persona de la Virgen, por lo tanto, este día es propiamente su fiesta y, por lo mismo, la fiesta de la Familia Marianista.
En el CPSM, durante la primera hora de clases y en la oración de la mañana, se planificaron y desarrollaron actividades centrada en la figura de nuestra madre, la recordamos, a partir de una lectura del Evangelio, en hubo desde manualidades y compartir experiencias para los más pequeñitos, hasta reflexión en los más grandes, finalizando con una actividad práctica en cada curso y nivel.
Para dar realce a su nombre se obsequió a todos los integrantes de la comunidad, estudiantes y funcionarios un dulce (alfajor) como signo del “Dulce nombre de María”.
Damos gracias a Dios por el carisma y porque cada día anima a nuestros colegios el espíritu de María, el que impregna la vida cotidiana con tonos de delicadeza, acogida, sencillez y entrega generosa.
Como Colegio Marianista somos un lugar privilegiado de culto a María, donde aprendemos a conocerla, a amarla y darla a conocer.
Para ella un amor sincero en gratitud por todo lo que hemos vivido siendo parte de la familia Marianista en nuestro Colegio Parroquial San Miguel.