Con el tiempo cultivamos una amistad que creció con los años. En 1993, el 4 de noviembre, tomamos la decisión de ir un paso más allá en nuestras vidas. Reunidos una noche, acordamos unir nuestra amistad al seguimiento de Jesús de la mano de María, su madre.

¿Y cómo podría ser de otra forma? Al buscar el nombre de nuestra comunidad, la llamamos ‘Amigos en Cristo’. El siguiente paso fue participar en el retiro de iniciación para después Consagrarnos a María, como sus hijos, dentro de las Comunidades Laicas Marianistas del sector Puente Alto. Durante 29 años hemos mantenido el compromiso de servir, acompañar y crecer en nuestra fe.

En este caminar dos de nuestros hermanos han partido al encuentro del Señor, Queni Quezada y Gustavo Carreño, dejándonos un tremendo vacío por el amor que sentíamos por ellos. Otros dos matrimonios se han trasladado de Santiago, Elba y Juan, también, Yanet y Jorge. Hasta el día de hoy los sentimos parte de nuestra comunidad, aun estando lejos. Seguimos unidos a ellos por las redes sociales. Otra querida amiga, Clarita, ha decidido buscar nuevos caminos, pero la amistad con ella sigue imperturbable.

El núcleo que permanece desde el principio está formado por: Zuni, Pamela y Ernesto, Viviana y Andres, Ely y José. Nuestra primera Asesora fue María Eliana Rebolledo, después nos acompañó por muchos años el Padre Jesús Hereros y desde hace dos años nos asesora la Hermana Leticia Flores, que nos ha puesto a trabajar como necesitábamos.

Ya somos parte de los adultos mayores, aun con muchos de nuestros achaques, seguimos fieles a las reuniones quincenales. Durante la pandemia lo hacíamos por Zoom. Tuvimos que aprender a usarlo con muchas dificultades, pero persistimos hasta lograrlo. Ahora ya nos estamos reunimos presencialmente. Unidos a María, si se puede ser Testigos perseverantes.

Hemos tenido un largo camino de crecimiento en la Fe. Hoy, en nuestro 29° aniversario, le podemos decir a Nuestra Madre: Santa María del Pilar, continúa ayudándonos a ser fuertes en la fe, seguros en la esperanza y constantes en el amor.