Estos días nos dejan bien motivados a ser fuego y encender otros fuegos. El sábado nos acompañaron 57 miembros de la Familia marianista. Con ellos compartimos nuestra experiencia y soñamos con multiplicar e intensificar el fuego marianista en Chile; fuego que es de todos.

Nuestro gran sueño lo pusimos en manos de María, en el Santuario de Ntra. Sra. del Pilar al besar la columna en la que se afirma María. Una columna de fuego guió al pueblo de Israel por el desierto; María es esa columna de fuego para nosotros.

Cada uno terminamos el día con varios regalos: Una frase slogan que nos permitirá continuar encendiendo fuegos; un fuego que nos llevamos a casa, una canción que alimentará nuestro gran desafío, una oración que nos permitirá mantenernos en el tono espiritual del fervor y del celo misionero, el logo del encuentro y el compromiso de ser estupendos fogoneros del carisma marianista en Chile.