Por el tiempo que estamos viviendo, no pudimos extender la invitación a toda la comunidad. No obstante, la presencia de nuestros estudiantes estuvo marcada de forma especial; ellos y ellas, son lo más preciado de nuestra comunidad, por eso, a través de fotografías que se expusieron en el altar, se hizo presencia de cada uno de los cursos y de sus familias. Presencialmente contamos con la asistencia de representantes de cada curso, padres y estudiantes. Con todos los que participamos en la Eucaristía, agradecimos al Señor por tanto tiempo de historia, momentos y personas que han sido significativas en la vida del colegio; y en especial, por todos los estudiantes y familias que hacen posible continuar con la labor que se realiza en nuestra comunidad.
Este aniversario se cumple en momentos en que estamos visualizando la posibilidad de que esta tormenta, a causa de la pandemia, pudiera terminar. Llevamos un año y medio de habernos subido a esta nave; nos embarcamos frágiles y desorientados, y al poco tiempo de navegación comprendimos la importancia de aprender a remar juntos; y de lo valioso y necesario que es cada uno de nosotros para mantener la vida, carisma e identidad de nuestra comunidad. Hemos sido compañeros de viaje y estamos seguros que es la fuerza del Espíritu Santo, derramada y plasmada en valientes y generosas personas, la que nos ha permitido, con gestos pequeños y cotidianos, enfrentar y transitar esta crisis readaptando rutinas, levantando miradas, proyectando el futuro, colaborando con el compañero, impulsando proyectos e ideas con esperanza. Tenemos muchas y variadas evidencias que dan cuenta de ello.
En este cumpleaños ocurre en el momento que hemos iniciado el reencuentro y la maravillosa presencialidad de nuestros estudiantes en todos los espacios del Colegio Parroquial San Miguel. Estos días hemos evidenciado una comunidad educativa que aprendió a sobreponerse a las dificultades, que está plena de vida, alegre, optimista, solidaria, con identidad inspirada en los valores del Proyecto Educativo Marianista. Siempre, es importante dar gracias y declarar un reconocimiento, en nuestro colegio, a quienes se esfuerzan para que todo resulte bien y bonito en los diferentes momentos que nos ha tocado vivir a lo largo de estos 136 años de trayectoria. Queremos honrar a todos aquellos que, con el paso de las generaciones, con su trabajo y compromiso, han contribuido a engrandecer esta comunidad. Un especial saludo a nuestros estudiantes y sus familias que, en estas circunstancias tan complejas que nos ha tocado vivir, han puesto su mejor ánimo y energía para avanzar en los procesos formativos, participan con entusiasmo en las actividades propuestas y nos contagian su vitalidad. Han demostrado que son constructores indispensables de los nuevos tiempos y del engrandecimiento de nuestro colegio y de nuestra sociedad.
Miramos al futuro con esperanza y confiados en el Señor de la Vida y de la Paz. Esperamos que en este reencuentro nos presentemos fortalecidos; que las vacunas protectoras, que nos hemos inoculado, nos llenen con más anticuerpos potenciadores de compañerismo, solidaridad, verdad, fraternidad, pasión, compromiso y alegría para que nuestro CPSM cumpla muchos años más.