UN COLEGIO MARIANISTA NUNCA SE TOMA.
"Un colegio marianista es un espacio ideal para la formación y la acción ciudadana. En él se vive una ciudadanía aplicada; una ciudadanía respetuosa, participativa, activa, solidaria. En él se forma un pensamiento ciudadano, se da espacio a los líderes para serlo y para ejercitar sus capacidades de liderazgo, se forma una opinión, se cultiva un compromiso para participar activamente en la vida del país. En él es bueno que haya inquietud, movimiento y cuando es oportuno adecuada protesta". (Editorial Boletín Chaminade informa, mayo 2011).
1. Informamos a la Comunidad escolar del Colegio Santa María de la Cordillera que alrededor de la medianoche del miércoles 15 de junio, un grupo de alumnos de enseñanza media ha irrumpido en el colegio por la fuerza y han procedido a "tomarse" el establecimiento.
Este evento ocurre en momentos en que la dirección del colegio y los asesores de los alumnos dialogaban y presentaban diversas formas en que éstos debieran participar legítima y adecuadamente en las manifestaciones ciudadanas que piden un mejoramiento de la educación, particularmente de la municipalizada y superior. También los profesores, estaban implicados en este diálogo a través de la directiva del sindicato.
En el colegio se han dado los espacios para que los alumnos se expresaran y manifestaran su opinión a través de sus instituciones, asambleas, consejos y reuniones dirigidas por el Centro de alumnos. Sin embargo, pese a ello, un grupo de alumnos decidió esta acción radical que interrumpe e impide el normal desarrollo de todas las actividades, las clases de kínder a cuarto medio, las actividades deportivas y pastorales de los alumnos y padres programadas para estos días. Esta interrupción de clases genera serias dificultades a las familias cuyos padres trabajan y que confían a sus hijos pequeños al colegio.
2. Queremos dejar constancia que con la toma no se consigue nada, se hace un gran daño a la convivencia escolar, se pierde mucho: confianza, tiempo de estudio, retraso en los procesos evaluativos, pérdida de ambiente de trabajo. Ello supone, además, un costo económico importante por la pérdida de subvención que deja de percibir el colegio por la inasistencia de sus alumnos a clases. Esta situación también es grave y compromete la disponibilidad de recursos para el normal funcionamiento del colegio.
3. De todo ello responsabilizamos al centro de alumnos, a los estudiantes de enseñanza media que están en toma y a los apoderados de estos alumnos que han apoyado a sus hijos estando de acuerdo con esta acción. Llegamos a afirmar que en más de un caso se percibe una falta de lealtad hacia el Colegio, a los profesores y a las personas que lo conducen.
4. Toda toma tiene un antes, un durante y un después. Cuando la toma termine el diálogo va a seguir pero también estamos considerando el proceder que se va a seguir con las personas implicadas de una u otra manera en ella.
5. No podemos dejar de repetir que al dar este paso han hecho mal algo importante. Estando de acuerdo con las demandas estudiantiles sobre el mejoramiento de la educación chilena, creemos que no todas las formas de expresión y protesta se justifican. La toma es una medida extrema, de última instancia, injustificada en un estado de derecho. También es una medida injusta en un colegio que intenta vivir su convivencia como comunidad, en familia, donde nos debemos respeto y donde las acciones de fuerza no tienen cabida. Estamos convencidos que es mejor que la toma termine más pronto que tarde. Un colegio marianista nunca se toma y quienes llegan a esa acción tendrán que asumir su responsabilidad
Alicia NavarreteRectora Jorge Figueroa José María Arnaiz, SM